jueves, 14 de agosto de 2014

ARNALDO FREIRE

El músico y su guitarra de 7 cuerdas
Como parte de la Jornada Cultural Académica y Deportiva “MundiAcatlán” se presentó el músico brasileño Arnaldo Freire quién deleitó a la audiencia con su guitarra de 7  cuerdas y conversó en su idioma natal con los estudiantes de portugués del CEI.
El guitarrista, compositor, maestro y productor cultural residido en México  desde marzo del año 2013, interpretó canciones brasileñas como Omar Souto No Forró y O Que Será; algunas sambas, así como canciones internacionales, entre las que destacaron la banda sonora de la película Mission Imposible,  la canción L'amour est un oiseau rebelle de la Opera Carmen de Bizet  y su versión de O Fortuna de la cantata escénica Carmina Burana de Carl Orff con la cual terminó su presentación aplaudida por el público.
Al finalizar el evento, los asistentes pudieron adquirir el álbum “Mens sana in corpore samba" de Arnaldo Freire (el cual contiene estilos como modinhas, frevos, sambas y valsas) y pudieron conversar con el guitarrista, quién ofreció sus enseñanzas y anunció el lanzamiento de su próximo  álbum llamado “Woman in guitar”.

miércoles, 10 de abril de 2013

...


LA CASA AZUL - Museo Frida Kahlo.




Son las 18:00hrs y las puertas se cierran en Londres 247. La última pareja posa delante de la entrada “Frida y Diego vivieron en esta casa. 1929-1934”, los vestidos mexicanos y las joyas  de Las apariencias engañan vuelven a la obscuridad… y, a cambio, bajo el azul obscuro que rodea a la casa de noche y bajo el sonido de los grillos que cantan entre las plantas y las esculturas prehispánicas del jardín, los corsés de Frida, con una extraña belleza estética,  vuelven a emitir llantos y dolor.


Coyoacán mantiene encerrado entre sus calles coloniales el espíritu de una de sus más grandes artistas plásticas. En una casona de principios del siglo XX, que ostenta 1200m2 de terreno, y dentro 800m2 de construcción, se mantienen los gritos, los suspiros, las risas, los amores, el llanto y la incomprensión de Frida Kahlo.

Su nombre de inmediato significa en nuestras mentes: dos cejas juntas, una mirada fuerte de reflejos comunistas,  vestidos amplios y rebozos “harto mexicanos” , una línea en el cuero cabelludo que separa las trenzas negras y unos cuantos piquetitos en el cuerpo agonizante.


El pequeño mundo del dolor.

La Casa Azul, ahora mundialmente conocida, fue comprada en 1904 por Guillermo Kahlo, el primer hombre en la vida de Frida. Su padre, cuyo rostro sería inmortalizado en una de las pinturas que hoy se conservan en la primera sala del museo, fue quién la introduciría al arte: a su mundo creado al óleo.

Muy joven, la casa azul vería a una Frida inocente jugando con marionetas al lado de su hermanita Cristina. La observaría en silencio, mientras ella atenta a su juego recrea un mundo chiquitito con juguetes mexicanos, mismos que hoy  llenan las repisas de la cómoda en su habitación.

Pero así como los muros blancos de su cuarto la vieron reír, también la vieron llorar. Frida Kahlo a sus cortos seis años de edad estaría postrada por nueve meses en su cama debido a la poliomielitis. El tormento de su vida se comenzaba a gestar. Esta enfermedad le dejaría secuelas imborrables, “será determinante en la deformación de su matriz y, finalmente, en su incapacidad para tener hijos”.

Luego ante decenas de cirugías, Frida pudo vivir una juventud  llena de amistades revolucionarias dentro de la Escuela Nacional Preparatoria (perteneció a los cachuchas, un grupo rebelde crítico de la autoridad). Pero un día, recordando el  prematuro sufrimiento de su niñez,  se presentó el parteaguas más doloroso de su vida: a sus 18 años el autobús en el que viajaba de regreso a su casa de la Escuela Nacional Preparatoria, fue arrollado por un tranvía. ”Las consecuencias son graves: fractura de varios huesos y lesiones en la espina dorsal.”

Y de ahí vienen los corsés de yeso y cuero, de ahí surge el espejo en el techo de su cama, y gracias a su reflejo en éste, la pintura y los autorretratos hoy regados por toda la casa.  


La paloma y el elefante.

Existen en la casa azul, un estudio de grandes ventanales, figuras prehispánicas que adornan el jardín, un cuarto al costado del comedor y una sala especial del museo, que revelan la presencia de otro espíritu artístico que deambula entre frases y pinturas. Quienes entran al museo (entre los 25 mil visitantes mensuales, 45% de ellos extranjeros) pueden encontrar por todas partes la vida acompañada de Frida Kahlo.

La casa azul está llena de Diego Rivera, un hombre que Frida conocería por vez primera en una de las salas del palacio de San Idelfonso, poco después de su accidente y su acercamiento a la pintura. Un hombre que sería dos veces su esposo, su más grande amante y su mejor crítico. La mirada de este gran pintor revolucionario rodea completamente la habitación, la vida y la obra de Kahlo, pues su gusto por el arte mexicano prehispánico se plasma en todos los rincones. La mano del pintor se observa desde los vestidos de tehuana que caracterizaron mundialmente a Frida, hasta el decorado del jardín y de los muros externos del estudio hechos de piedra volcánica por el arquitecto Juan O’ Gorman en 1946.

"Quizá esperen oír de mí lamentos de `lo mucho que se sufre´ viviendo con un hombre como Diego. Pero yo no creo que las márgenes de un río sufran por dejarlo correr” reza Frida con sus palabras en una de las paredes de la tercera sala del museo, y entonces, se puede entender que ni en el matrimonio vivió en paz. Aunque tuvo amor, el cual se lee hoy en las frases y fotos regadas en su jardín, Frida vivió atormentada por constantes traiciones por parte de su esposo.

En la segunda sala del museo, en una hoja de papel amarilla y desgastada, un dibujo de Frida expresa: “Casa para aves. Nido para amor. Todo para nada.”


La imagen renace.

Han pasado más de 50 años de la muerte de Frida y en los rincones de la casa azul comienzan a renacer los murmullos del recuerdo. Voces ilustres, familiares y cercanas a Frida comienzan a escucharse entre las fotos rescatadas en el 2004 “dentro de una bodega y dos baños cerrados por orden de Diego Rivera al entregar la casa a Dolores Olmedo en 1957, se encontraron 22 mil documentos, 6500 fotografías, 3874 revistas y publicaciones, 2170 libros, decenas de dibujos, objetos personales, vestidos, corsés, medicinas, juguetes...”.







Es posible escuchar a León Trotsky, a Tina Modotti, a André Breton, a José Clemente Orozco, y a muchos otros amigos de Frida que habitaron la Casa Azul durante sus clásicas tardes bohemias, entre las miles de fotos que mantuvo guardadas, y que hablan de su pasión por coleccionar memorias.

Todos los documentos encontrados, los cuales por órdenes de Diego y Frida se mantienen exclusivamente dentro de la casa, muestran la parte desconocida de la artista, una parte tan íntima que solamente contrastada con sus pinturas cobra significación.

Y así, llena de recuerdos, Frida Kahlo, puede caminar a través de los pasillos de la casa que la vio nacer y morir (1907 a 1954). Puede mirar el jardín a través de las ventanas de su viejo estudio, sentarse en su silla de ruedas y terminar la obra inconclusa sobre su caballete. Puede entrar en su cocina, sentarse en sus sillas amarillas y  preparar en sus cazuelas de barro los platillos mexicanos que tanto le gustaban.

Y así también, puede mirarse en los espejos regados a lo largo de su casa azul, para encontrar en sus ojos la fuerza que la sostuvo en pie por encima de todo sufrimiento.

miércoles, 15 de agosto de 2012



Película de la tarde:


"耳をすませば - SUSURROS DEL CORAZÓN"


(Studio Ghibli Collection)

Justo la película que querrías ver en tu juventud. 
La historia de una chica  que camina sin saber a donde ir hasta que encuentra un amor soñado... de esos que parecen sólo existir en los libros, pero que en realidad te procuran a escondidas.  La historia de su dura búsqueda de identidad a lado de un joven que busca perseguir sus sueños prematuros de la misma forma.

Una película para recordar que todo vale la pena con tal de seguir un camino propio... que no importa lo que cueste si al final puedes probarte a ti mismo y puedes  proyectar tu vida mientras contemplas el amanecer a lo alto de una colina. 

LA RECOMIENDO INFINITAMENTE... HA QUEDADO ENTRE MIS FAVORITAS! ♥





lunes, 24 de octubre de 2011

Farenheit 451


La sociedad tal como se encuentra hoy, bajo el modelo económico (por no decir de vida) capitalista, no está en la peor de las pesadillas, pero es claro que si seguimos por éste camino llegaremos a ser una sociedad de maquinas enajenadas tal como se muestra en “Fahrenheit 451”. 

(...)



Estamos a unos pasos de la negación de la vida, a unos pasos de perder la imaginación y la reflexión. Pero no debemos dejar que esto suceda. Debemos retomar el camino correcto y devorar libros por el gusto propio, porque siendo ignorantes, cualquier institución de poder nos puede gobernar y manejar a su gusto. Contra un mundo capitalista, DIGAMOS NO A LA ENAJENACIÓN Y RETOMEMOS EL CAMINO DEL PENSAMIENTO.

lunes, 20 de junio de 2011

Pollyanna

Basada en la novela de Eleanor H. Porter, es una película Europea que nos invita a vivir con el juego de la alegría.

Tal ves nos falte la inocencia de esta niña de 10 años para aprender a disfrutar de los pequeños momentos, para ponerle color a la vida y perdonar antiguos errores personales. Pero por falta de esta y una vision mas clara de las cosas es que hay muchos hombres en la tierra enfadados (aunque solo por fuera, como diría Pollyanna), que por dentro esconden un lado amable, una parte viva que "muere" por salir... es seguro que esta parte oculta no es tan débil como muchos de nosotros pensamos, es más fuerte de lo que aparenta

Esta mujercita, esta pequeña niña, interpretada por Georgina Terry, me ha enseñado en una sola tarde la sabiduría que ni un hombre con el recorrido de media vida podría. Me ha enseñado que estar enfadado, esa posición tan simple y tonta que la mayor parte de los seres humanos adoptamos, no ayuda en nada. Es solo una posición que en ves de darnos fuerza, aumenta nuestra debilidad, actitud que lleva a dejar pasar muchas oportunidades. 


Pollyanna... una película más con un final feliz... tal como la vida misma.


Infinitamente recomendable.